El amor, eterno sentimiento que acompaña a la humanidad desde siempre...en él se han inspirado millones de gentes y por él se han escrito millones de pensamientos y reflexiones.
Aquí se recopilan un puñado de poemas con el amor como hilo conductor. Lista elaborada por el usuario de 20minutos Fiebre Azul.
Podrá nublarse el sol eternamente; podrá secarse en un instante el mar; podrá romperse el eje de la Tierra como un débil cristal. ¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón; pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor.
Si me quieres, quiéreme entera, no por zonas de luz o sombra... Si me quieres, quiéreme negra y blanca, Y gris, verde, y rubia, y morena... Quiéreme día, quiéreme noche... ¡Y madrugada en la ventana abierta!...
Si me quieres, no me recortes: ¡Quiéreme toda... O no me quieras!
Soñé que tú me llevabas por una blanca vereda, en medio del campo verde, hacia el azul de las sierras, hacia los montes azules, una mañana serena.
Sentí tu mano en la mía, tu mano de compañera, tu voz de niña en mi oído como una campana nueva, como una campana virgen de un alba de primavera. ¡Eran tu voz y tu mano, en sueños, tan verdaderas!... Vive, esperanza ¡quién sabe lo que se traga la tierra!
Mía: así te llamas. ¿Qué más armonía? Mía: la luz del día; Mía: rosas, llamas. ¡Qué aromas derramas en el alma mía si sé que me amas, oh Mía!, ¡oh Mía! Tu sexo fundiste con mi sexo fuerte, fundiendo dos bronces. Yo, triste; tú triste... ¿No has de ser, entonces, Mía hasta la muerte?
A veces nuestros labios, como locas mariposas de amor, se perseguían; los tuyos de los míos siempre huían, y siempre se juntaban nuestras bocas.
Los míos murmuraban: -¡Me provocas! Los tuyos: -¡Me amedrentas!, respondían; y aunque siempre a la fuga se atenían, las veces que fugaron fueron pocas.
Recuerdo que, una tarde, la querella en el jardín, llevando hasta el exceso, quisiste huir, mas, por mi buena estrella,
en una rosa el faldellín fue preso, y que, después, besé, la rosa aquella, por haberme ayudado a darte un beso.
Vienes a mí, te acercas y te anuncias con tan leve rumor, que mi reposo no turbas, y es un canto milagroso cada una de las frases que pronuncias.
Vienes a mí, no tiemblas, no vacilas, y hay al mirarnos atracción tan fuerte, que lo olvidamos todo, vida y muerte, suspensos en la luz de tus pupilas.
Y en mi vida penetras y te siento tan cerca de mi propio pensamiento y hay en la posesión tan honda calma,
que interrogo al misterio en que me abismo si somos dos reflejos de un ser mismo, la doble encarnación de una sola alma.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido.
Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios